viernes, 5 de marzo de 2010

La Respiración Abdominal y sus Beneficios

Con la respiración abdominal transformamos el Chi del aire en energía vital.
Inspiramos hacia el abdomen de forma que el diafragma desciende y de esta manera los pulmones se expanden mas y aumentan su capacidad. Al respirar movemos el diafragma hacia arriba y hacia abajo y este movimiento nos da un masaje en los órganos y actúa como una bomba que mueve el Chi en nuestra estructura energética.
Con una respiración más superficial y más pectoral, la circulación de Chi se hace más lenta y los órganos y las células se van deteriorando debido al déficit de oxígeno y de Chi.
Con una respiración lenta y suave, ralentizamos el ritmo del corazón, disminuimos la actividad metabólica y los biorrítmos y con esto conseguimos relajar la mente. La respiración lenta también favorece el funcionamiento de las glándulas pituitaria y pineal, coordina y equilibra los dos hemisferios cerebrales.
Podemos también utilizar conscientemente la respiración abdominal para dirigir el Chi hacia determinadas partes de nuestro cuerpo. Al inspirar dirigimos el Chi hacia dentro, hacia los órganos internos y hacia la médula ósea.
La inspiración es yin y mueve una energía de agua, equilibrando la energía de fuego y haciendo el cuerpo mas yin. Al espirar dirigimos el Chi hacia fuera, hacia los músculos, tendones y piel. La espiración es yang y mueve una energía de fuego, haciendo al cuerpo más yang.
Con la respiración abdominal consciente podemos absorber del exterior la cantidad y calidad de energía que necesitamos para mantener el equilibrio y la integridad de nuestra estructura energética, que es la base de la salud física, mental-emocional y espiritual.

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